El aumento de nuestras prestaciones previsionales desde Junio 2020

Otro despojo a los beneficiarios de la Caja de Jubilaciones

 Nuevamente por decreto y sin formula de ajuste, el PEN anunció un incremento del 6.12% para los jubilados generales de la ANSES a partir del 1º de Junio del 2020.

Es evidente que no existe el más mínimo interés de la Legislatura ni del Poder Ejecutivo provincial de modificar o derogar la ley 15008, pese a las promesas hechas a muchos compañeros, a los que han engañado en su buena fe. Entonces, al no haber cambios en el régimen legal que nos rige, seguimos dependiendo de la interpretación arbitraria del funcionario provincial a cargo del directorio de la Caja, en cuanto a si nos corresponde el aumento mencionado o el anterior fijado por ley, ya que sin duda alguna es el nuestro un régimen previsional especial. El antecedente de Marzo obra en contra de los derechos e ingresos de los jubilados y pensionados de nuestra Caja de Jubilaciones.

Esto es gravísimo compañeros, por los enormes perjuicios que nos están ocasionando, lo que nos motiva a hacer las siguientes consideraciones:

El aumento que correspondía por ley desde Junio 2020 era del 10.90%, que sumado al que hubiera correspondido desde Marzo 2020 (11,6%) nos da un acumulado del 23,7%. Cuando cada uno de ustedes compare lo que reciba acumulado a fuerza de decretos, verificará la significativa perdida en su haber mensual teniendo en cuenta que estimamos que el promedio de aumento acumulado en nuestras prestaciones (marzo y junio) rondará el 10%.

Pero el perjuicio no se limita a la pérdida de poder adquisitivo de nuestros ingresos, sino que también miles de beneficiarios resultarán adicionalmente castigados porque el aumento de la deducción específica será bastante menor, lo que significará tributar mucho más.

La jubilación mínima se fija por decreto en $16.864, que multiplicada por 6 fija el monto de esa deducción. O sea que a partir del 1º de Junio pasaría a $ 101.184.- Observen que antes del aumento de Marzo 2020 la mínima era de $ 14.068.- y si hubiera permanecido la ley suspendida sería $ 17.411.- a partir de Junio 2020, con lo que la deducción específica alcanzaría a $ 104.464.-

Además, dependerá de la administración de la Caja que no tengamos un perjuicio adicional, ya que la misma debe tomar el monto incrementado de la deducción específica para calcular la retención impositiva sobre los haberes a cobrar a principio de Junio 2020. Decimos esto porque existe como antecedente negativo lo ocurrido a principio de Marzo, cuando desestimaron el aumento.

Está claro que las autoridades de los nuevos gobiernos nacional y provincial han decidido ignorar los derechos de los beneficiarios de la Caja de Jubilaciones; y lo hacen con total impunidad ante la inacción de la Justicia. Ya casi ha pasado un semestre, y pese a lo que algunos prometían, la ley 15.008 no solo sigue vigente, sino que recientemente fue ratificada por el Decreto provincial 261/20, como explicamos en nuestro comunicado del 24/04. Además, otros regímenes especiales no fueron afectados por la suspensión del sistema de actualización, y tienen un ajuste de haberes mayor que lo que se ha hecho para el régimen general. Siendo el nuestro un régimen especial, bajo ningún punto de vista corresponde que nos apliquen el tratamiento del régimen general.

Ratificamos que la problemática de nuestra Caja es política, ya que el origen y aprobación de la ley 15.008 fue consensuada entre las fuerzas políticas representadas en la Legislatura; y ahora, siendo oficialismo lo que antes era oposición, no existe la más mínima voluntad para dejarla de lado.

Por lo expuesto, entendemos que debemos luchar para retomar la plena vigencia de nuestro régimen especial, y por supuesto sin el Aporte del Beneficiario mensual y por cada aumento, que lamentablemente drena significativamente nuestros ingresos netos.

El rumbo que está tomando este Gobierno autodefinido como popular, tampoco permite albergar esperanzas respecto a la excepción de impuestos a las jubilaciones, ni el respeto de los derechos adquiridos por jubilados que han hecho cuantiosos aportes a lo largo de su vida laboral, mientras se preservan los ingresos de sectores que pareciera no están obligados a ser “solidarios”, como funcionarios de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.