El aporte extraordinario a la Mutual continuará y tiende a transformarse en permanente

Se renueva un despojo a los jubilados

La comisión directiva de AMEBPBA ha prorrogado hasta Junio 2021 el aporte que iba a ser transitorio hasta Diciembre 2020. Como cuando creó esta medida facilista, nuevamente lo decide en forma unilateral, inconsulta, arbitraria y discriminatoria entre afiliados, apropiándose de lo que no le corresponde, como es una parte de los haberes de carácter alimentario de los jubilados y pensionados; ya demasiado castigados por la ley 15.008, la inmoral actualización de haberes jubilatorios dispuesta por decretos de las autoridades nacionales (traicionando alevosamente a su electorado) y las decisiones de la Caja y la Provincia desconociendo que el nuestro es un régimen previsional especial, como otros excluidos en la ley 27541 (de “Solidaridad Social”).

Invitamos a releer nuestros comunicados de fechas 19/08/20 y 04/09/20 sobre este tema, ya que sus conceptos resultan por demás vigentes. Desgraciadamente acertamos prediciendo esta prórroga, dado que al analizar la situación económica y financiera (aún con escasos elementos disponibles pues nunca nos proporcionaron los datos que solicitamos), solo se puede concluir que el problema es estructural, de inviabilidad, no dependiendo de circunstancias coyunturales como es la pandemia por el COVID 19.

Ahora las autoridades de AMEBPBA han dado un paso más para convertir lo transitorio en definitivo. Y lo hacen sin que conozcamos los estados contables, ni cifras que justifiquen la continuidad de este aporte que, según los dichos de quienes lo decidieron, cuando se constituyó era para conjugar una faltante de fondos transitoria, aparentemente debida a disminución de ingresos. Ahora la excusa son los mayores gastos por el Covid, no habiendo trascendido cuáles son esos gastos (cantidad y tiempos de internaciones en camas de salas comunes y en recintos UCI, equipamiento e insumos especiales, aislados en el Hotel del Sol, etc.). Sería muy interesante, también, conocer los montos que se habrían aplicado para saldar deudas con la dotación de personal (conformada por trabajadores bancarios).

Nos asombra que en su comunicación la Comisión Directiva argumente que “entre los meses de Agosto/Diciembre 2020 dio como resultado la posibilidad de seguir ofreciendo una alta calidad prestacional …” cuando la atención sanitaria se tornó en muy deficiente o bien directamente resultó suspendida, como les ocurre a los usuarios de la Clínica, con dificultades para solicitar los turnos de atención médica que son en su mayoría telefónicos, desconociéndose qué ha pasado con numerosos profesionales que no están disponibles para la continuidad de tratamientos por afecciones pre pandemia o nuevas. Pareciera que la clínica se ha convertido en una sucursal bancaria (aunque por la magnitud de su planta de personal más bien equivale a la casa central de un banco), y contrariamente a otros establecimientos que brindan integralmente el servicio de salud (calificado como esencial) en AMEBPBA se atiende a los afiliados con las limitaciones propias del elevado ausentismo con amparo en lo dispuesto por la Asociación Bancaria. Se trata de una distorsión que desnaturaliza y afecta sobremanera la funcionalidad de nuestro servicio de salud.

La exacción autoritaria que nos ocupa se hace sin explicaciones transparentes, lo cual es sumamente grave y genera sospechas. Además, la carga recae principalmente sobre los jubilados, quienes vienen aportando cada vez más por los aumentos de Junio, Septiembre y Diciembre, que si bien fueron escasos, seguramente a la Mutual en su conjunto le significaron millones de pesos más, a lo que se sumaron los montos extraídos por medio del aporte extraordinario.

Probablemente, de acuerdo a las cifras que expusieron los directivos de la Caja en la audiencia virtual de la Corte, ya no debe haber jubilado o pensionado que no tenga que hacer este aporte extraordinario discriminativo; lo que sumado a la mayor incidencia del impuesto a las ganancias y fundamentalmente al incremento de los precios de alimentos y medicamentos, provoca el acelerado deterioro que padecemos los beneficiarios de la Caja.

En consecuencia, rechazamos categóricamente este aporte extraordinario y su prórroga, puesto que sin adoptarse medidas profundas de saneamiento en la economía de AMEBPBA las dificultades financieras persistirán, y no es justo que para salir del paso lo más fácil sea manotear los bolsillos de los afiliados, ideando excusas que se renueven cada semestre.

A las entidades de jubilados que convalidan este despojo, les proponemos que creen un registro de donantes entre sus asociados, para que voluntariamente hagan sus donaciones a la Mutual, con lo que se evitarán los descuentos compulsivos obligatorios a quienes necesitan sus haberes para vivir dignamente o para asistir a sus familiares castigados por la dura situación económica, como hay muchísimos casos entre nuestros compañeros.

Entendemos imprescindible que, como se hacía anteriormente, a través de sus dependencias profesionales el Banco haga las auditorías periódicas que el caso amerita; e instamos a todos los jubilados y pensionados a exigir a la comisión directiva de AMEBPBA que explique y transparente detalladamente la realidad de la situación, exponiendo los ingresos y egresos de su funcionamiento, y que rechacen esta merma injusta sobre sus haberes expresando su protesta en todas las formas posibles.