Nuestra entidad desde su creación está bregando por los objetivos del título, y si bien la actual situación de pandemia sanitaria impide algunas formas de reclamo, también proporciona un tiempo de reflexión para idear acciones destinadas a alcanzar tales objetivos, que entendemos son compartidos por TODOS.
Nuestra Caja, que esperamos llegue a cumplir más de un SIGLO, necesita el apoyo del Banco para pagar mensualmente las prestaciones previsionales (tal como viene ocurriendo desde hace más de 25 años); y también de la Provincia, para garantizar sus fines según establece la Constitución Provincial.
Desde su nacimiento y por muchísimos años fue superavitaria, pero las sucesivas administraciones que siempre ejerció el Banco a través de sus conducciones políticas, lamentablemente cometieron errores de gestión que generaron un déficit creciente. Cuando había cuantiosos fondos éstos no se acumularon en moneda fuerte como reserva para paliar desfasajes futuros entre ingresos y egresos; por el contrario, el Banco dispuso discrecionalmente de los fondos líquidos o en valores de la Caja según su conveniencia para operaciones financieras. Por otra parte, desde la década del 90 fue transfiriendo a sociedades anónimas del entonces creado Grupo Bapro parte de sus funciones, lo que derivó en ir reduciendo la plantilla del personal bancario hasta la actualidad, en que hay más de 15.000 jubilados y alrededor de 10.000 activos. Téngase en cuenta que esa relación era inversa en 2003, pero el Banco puso en marcha una fuerte política de jubilaciones masivas, que derivaron en la situación actual. La subsistencia y régimen legal de la Caja dependen de la política.
Hace un tiempo ya, nuestra asociación solicitó una entrevista con el presidente del Banco (que ahora debería ser virtual dadas las circunstancias), sin tener respuesta hasta el momento. Es necesario que todos conozcamos su pensamiento respecto al insostenible drenaje de fondos para la Caja, hasta ahora sin retorno. Todos debemos defender al Banco para terminar con esta desnaturalización de sus funciones, obligado a hacerse cargo de la responsabilidad que con la ley 15.008 elude la Provincia y que tampoco estaría asumiendo la Nación, a pesar de que estamos “armonizados” en exceso.
Con la esperanza que nunca se pierde, deseamos hacer llegar nuestra opinión y fundamentalmente propuestas a TODOS los colegas jubilados y pensionados y a TODOS los compañeros activos, porque es fundamental que estos tengan conciencia de la necesidad de la defensa de la Caja, para que las entidades de jubilados y las gremiales podamos luchar por los derechos e ingresos de los beneficiarios actuales y los que lo serán en el futuro. Hasta ahora no han dado resultado las acciones adoptadas por el sindicato, cuyos líderes circunstanciales manifiestan permanentemente su adhesión al actual oficialismo, contemporáneamente a la convalidación por decreto de la ley 15.008 que ha hecho el gobierno provincial, además de estar analizando una reforma del ahora deficitario IPS. En el mismo sentido ha actuado la provincia de Córdoba, modificando su régimen previsional.
Por lo expuesto, proponemos a TODOS los defensores de la Caja y el Banco considerar las siguientes consignas como base de partida que pueda ser enriquecida con otras ideas, a fin formular una hoja de ruta para los reclamos, que a nuestro entender deberían considerar que:
a) La Provincia, cumpliendo con su Constitución, se haga cargo del déficit de la Caja, asistida en la proporción que corresponda por el sistema nacional (al que últimamente solicitó $ 6.000 Millones), incluyendo en su presupuesto la partida anual específica.
b) El Banco destine, como lo fijaba la Carta Orgánica y varias leyes que nos rigieron, parte de sus utilidades a contribuir con la Caja, a la que le quitó la Sección Seguros (hoy Provincia Seguros SA).
c) Se suprima el injusto APORTE DEL BENEFICIARIO (mensual y de cada aumento) para los actuales y futuros jubilados y para los pensionados. La diferencia puede ser total o parcialmente reemplazada por ingresos adicionales para la Caja, como los que desde hace tiempo proponemos.
d) La movilidad de las prestaciones vuelva a regirse por el incremento de los haberes de los activos, debiéndose aportar y contribuir por el total de las remuneraciones, lo que además daría mayor respaldo y sustentabilidad a la Asociación Mutualista.
d) Para derogar o modificar la 15.008 sean iniciados contactos con políticos y legisladores provinciales, a los efectos de lograr un nuevo régimen legal; apelando a la colaboración de aquellos que en campaña política los contactaron cuando eran candidatos, fotografiándose en algunos casos con cartelitos en contra de la 15 008. Asimismo, recurrir a los compañeros que con encomiable esfuerzo, tuvieron contacto y consiguieron que consejos deliberantes emitieran resoluciones en contra de esa ley. Hoy algunos de esos concejales pueden estar formando parte de la legislatura provincial.
Estamos esperanzados en que las otras organizaciones de jubilados y pensionados y las comisiones gremiales hagan suyo lo propuesto, seguramente incorporando sus propios aportes. Naturalmente, es fundamental el aval de los beneficiarios de la Caja, que por los medios que deseen pueden hacer conocer sus opiniones y propuestas, dentro de un marco de respeto, que lamentablemente no se da en algún espacio virtual.