El principal problema de nuestra Caja de Jubilaciones es el déficit que presenta en la actualidad. Desde que apareció ese desequilibrio, varias veces se ha modificado su régimen legal, sin que esto se concrete en una solución.
En cifras aproximadas, en 2003 había 15000 activos y 10000 jubilados, mientras que en la actualidad esa ecuación se ha invertido, pasando a tener alrededor de 10000 activos y 14000 jubilados. Hay que contar entre las causas del problema que el Banco se desprendió compulsivamente de miles de empleados, creó el Grupo Bapro y le traspasó actividades comerciales y financieras para que las haga personal no bancario.
La Caja, próxima a cumplir un Siglo, no nació con déficit. Por el contrario, tuvo por muchos años superávit, más la tenencia de lo que ahora es Provincia Seguros, que el Banco le quitó y ni siquiera le pagó por la marca Provincia Seguros, que era propiedad de la Caja.
Además, la errada administración que ejerció el Banco gobernando la Caja impidió la posibilidad de que en las décadas de superávit se pudiera haber formado un fondo en moneda dura para sostener el sistema, cuando por el transcurso del tiempo hubiera una situación desequilibrada entre activos y pasivos.
Otra causa muy importante para que el déficit de la Caja se haya ido incrementando a lo largo de los años es la falta de aportes de los activos sobre el total de sus remuneraciones, y las correspondientes contribuciones del Banco. Esto se produjo por los acuerdos paritarios con pagos no remunerativos, consentidos por los representantes gremiales, ya que una parte de sus ingresos mensuales son en negro (como la participación en las ganancias del sistema financiero según el ROE) y son totalmente sin aportes cuando reciben gratificaciones como el Día del Bancario, el aniversario del Banco y la asignación de fin de año.
Esta práctica de pagos en negro también perjudica severamente a nuestros servicios sociales, especialmente a la mutual AMEBPBA. Curiosamente, a la Asociación Bancaria los activos aportan por el 100% de sus remuneraciones, blancas o negras.
De estudios que hemos hecho sobre la base de salarios reales de algunos activos, calculamos que, si existieran aportes y contribuciones sobre los pagos en negro mencionados, el déficit estimado actual para este año podría ser reducido aproximadamente en un 45%.
Esto puede ser constatado con precisión por las comisiones gremiales internas y otras entidades representantes de los afiliados, reuniendo la información necesaria sobre el número actual de empleados en la planta permanente y el sueldo promedio equivalente.
Los directorios de la Caja, las autoridades del Banco y la Provincia manifiestan permanentemente su preocupación por el déficit y la sustentabilidad de nuestro sistema previsional, pero han evitado sistemáticamente terminar con la práctica de los pagos no remunerativos a los empleados activos.