Como Uds. saben, colegas, con muy buena concurrencia el 05/11/14 se realizó en Casa Central una reunión deliberativa en la que los jubilados y pensionados pudimos expresar pacíficamente una serie de reclamos, fundamentalmente en razón del grave deterioro que padecemos en nuestros ingresos previsionales.
Previamente, con la clara intención boicotear esa reunión, Unión Jubilados había difundido un comunicado conteniendo conceptos que, por carecer de sustento en la realidad que estamos experimentando los beneficiarios, merecen ser refutados.
La ideología del comunicado es la de los que opinan desde el privilegio. Se trata de dirigentes que están consolidados como jubilados de primera clase, por haber sido favorecidos por sentencias judiciales o decisiones cautelares que implican contar con prestaciones previsionales muy buenas, al haber reunido los mejores derechos que otorgaba la Caja en instancias históricas anteriores. Nos referimos al 82% móvil calculado sobre el haber del activo, aporte del beneficiario del 2%, la inclusión de la R.E.S. y los “módulos”, en algunos casos sin haberlos percibido en actividad o bien sin haber hecho los aportes correspondientes.
Aclaramos que no les negamos sus derechos, pero sí pretendemos que desde su rol de dirigentes luchen para que todos sus pares también los posean.
Lamentablemente no tienen tal actitud, ya que desde su posición enfocan la gestión al mantenimiento del status quo, para que nada cambie. No sea que la exposición de las inequidades e injusticias que tiene el actual régimen de alguna manera puedan afectar los privilegios conseguidos. El mensaje que subyace es que el resto de los beneficiarios se conformen en su situación, que se resignen a ser jubilados de segunda y hasta de tercera clase. Esto es egoísmo y ausencia absoluta de solidaridad.
Recurrimos al concepto de las distintas “clases” de jubilados porque como ustedes saben, existen grandes diferencias entre las remuneraciones de quienes trabajaron para un mismo empleador (el Banco) y se retiraron en la misma categoría escalafonaria. Y esto sólo por la azarosa circunstancia de haberse jubilado en distintas épocas, aún trabajando y aportando durante varios años más, y en muchos casos en peores circunstancias y entornos, como por ejemplo fueron los desgraciados eventos del año 2001 y subsiguientes. Esto es injusto y discriminatorio. Solo con aplicar integralmente la ley vigente se podría subsanar
Con su inacción y silencio desinformante Unión Jubilados no se limita a aceptar y ser cómplice de las decisiones de las autoridades de la Caja, el Banco y la Provincia que cercenan derechos e ingresos de los beneficiarios; también trata de impedir que nuestra asociación que verdaderamente los defiende, lo haga.
Veamos algunos párrafos del comunicado en cuestión:
- “…esta Unión Jubilados es defensora de la Caja …” (aquí omite mencionar las demandas judiciales que, cuando sintieron conculcados sus derechos, muchos socios de la UJ encararon contra esa misma Caja, mientras difundían a los demás que no lo hicieran) “… de los Servicios Sociales, del Banco …” (como todos los beneficiarios) “… y de nuestra ley jubilatoria …” (la mejor defensa de la ley es bregar real y efectivamente por hacerla cumplir en todos sus artículos, y es precisamente lo que omite).
- “…Tenemos el orgullo de haber participado activamente en su redacción (de la ley 13364) “peleando” artículo por artículo para obtener el mejor resultado posible”… “… No obstante, como ya hemos dicho en otras oportunidades, no obtuvimos todo lo que pretendíamos, en definitiva los que redactan las leyes son los legisladores” … y en clara alusión a Grupo Siglo: ”… Resulta al menos llamativo que ahora se preocupen por la modificación de nuestra ley, cuando en su oportunidad hicieron todo lo posible para perjudicarla”.
Lo anterior resulta francamente indignante, ya que el proyecto original de la ley 13364 promovido por UJ contenía las siguientes “ventajas”:
- Tope en las jubilaciones de $ 61.000.- sin prever mecanismo de ajuste.
- Eliminaba el aporte proveniente de la contribución especial del Banco.
- Condenó a los beneficiarios a efectuar un aporte cuyo piso es el 10% del haber previsional.
- Estableció la pérdida de la mayoría que ostentaban los afiliados en el directorio de la Caja y de su autonomía.
- Calculaba el haber inicial sin considerar como base la categoría escalafonaria sino el promedio de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones efectuadas a la Caja y percibidas por el afiliado durante el período de los últimos cinco (5) años trabajados en el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Estas características del proyecto promovido por UJ son las que motivaron la oposición parcial de nuestra entidad al mismo. Y cabe destacar que si lograron modificarse a favor de los jubilados los perjuicios derivados de los puntos 1), 2) y 5) fue por las arduas negociaciones que directivos de nuestra entidad e integrantes de la C.G.I. Bs. As. pudimos concretar en la Legislatura Provincial, poco antes que la redacción final fuera aprobada.
- En cuanto al actual proyecto de modificación de la ley que tiene estado parlamentario, del texto del comunicado resulta obvio que lo conocían perfectamente; pero, como es de práctica, no lo comunicaron a sus representados ocultándoles información que les incumbe. Ahora, al difundirse la noticia tratan de minimizar la importancia del tema, contradiciéndose más adelante cuando expresan “… tenemos en claro que lo que menos debemos hacer es “agitar las aguas”, pues esto puede dar lugar a que alguien ajeno a los intereses de todos nosotros intervenga en el tema, lo que sin duda no nos resultará favorable.” … lo que claramente indica que tienen conciencia del riesgo de perjuicios que existe ante una modificación de la norma.
- Respecto de los artículos 21 y 22 de la ley y “…los ingresos con los que cuenta la Caja para realizar los pagos de los haberes jubilatorios, basados siempre en los aportes que efectúen las partes intervinientes,…” lo que nuestra entidad exige es que la Caja demande al Banco que cumpla con el artículo 54 de la ley y la abundante jurisprudencia existente, ya que como empleador debe hacer los aportes y contribuciones sobre la totalidad de las remuneraciones de los activos, sin discriminar entre remunerativo y “no remunerativo” ( 54: ”El haber mensual inicial de las prestaciones que determinan los artículos 34 y 35 será el equivalente al ochenta y dos (82) por ciento de la remuneración mensual asignada al cargo de que era titular el afiliado a la fecha de cesar en el servicio o en el cargo de mayor jerarquía que hubiese desempeñado).
- En cuanto a las eventuales deudas de algunos beneficiarios con la Caja, corresponde que existiendo tramitaciones en sede judicial, medidas cautelares y/o sentencias pendientes, se comunique fehacientemente a cada interesado el motivo por el cual la entidad reclama o efectúa descuentos de haberes. No es correcto ni procedente que se tomen medidas unilaterales sorpresivas (propias del autoritarismo) sin previo aviso y conformidad del afectado, para que éste tome la intervención que le corresponda y a pesar de la indiferencia de sus directores (de U.J.) representantes.
- Más adelante afirman que están “… procurando por todos los medios … que se incorporen los códigos al básico de convenio …” y que los pagos al personal en actividad sean con aportes, “… ya que de tal forma nos corresponde también a nosotros, como la ley establece.” Esto último no es así, según reza el mencionado artículo 54. Por otra parte, a nadie le consta que los actuales directores por los jubilados hayan hecho alguna de las gestiones que indican. Si fuera así, ¿por qué no lo informaron? ¿cuándo lo hicieron? ¿por qué medio? ¿consta en las actas? Resulta lógico que dudemos de la veracidad de sus afirmaciones.
- “No tenemos dudas de la conveniencia de mantener el aporte adicional a nuestra Mutual, ya que el mismo contribuye a un mejor desenvolvimiento y mayor servicio a los afiliados …” Esto es contradictorio con lo expresado en la revista Vamos por el presidente de AMEBPBA en el sentido de que de la “situación abismal” se la ha “refundado” y está en inmejorable situación en todos los aspectos, por lo que cabe concluir que se ha superado la emergencia que originó el aporte adicional del 2.044% por parte de los afiliados. ¿Cuál es la verdad respecto a la situación de la Mutual?
U.J. tiene algunos de sus socios/dirigentes en la Comisión Directiva, los que no pueden ignorar el perjuicio para la entidad derivado de la falta de los aportes correspondientes a los pagos “no remunerativos” que habitualmente hace el Banco. ¿Estos aportes faltantes no son convenientes para AMEBPBA?
- Respecto al “… otorgamiento de una asignación antes de fin de año,…” dicen que están atentos para “… que la misma sea con los aportes pertinentes, lo que haría que también nos corresponda a los jubilados y pensionados.” Sobre la base de tantas experiencias padecidas, permítasenos dudar de esta eventual gestión, recordando que en una oportunidad anterior hubo un pago de $ 1.800.- del Banco a los activos con aportes y contribuciones que la Caja no nos pagó a los jubilados y pensionados, … y los representantes de UJ estaban en el Directorio.
- Por lo que afirman de los aumentos en las próximas paritarias y el impuesto a las ganancias, los resultados de sus gestiones hasta ahora generan dudas similares a las antes mencionadas. ¿Cuál es la carátula y número de causa de su juicio contra el impuesto a las ganancias? ¿Dónde tramita y quienes son los demandantes?
- Aludiendo a la reunión que realizamos afirman que “… tratar de atraer la atención de los afiliados alentando falsas expectativas y mostrándose combativos es absolutamente improcedente. Entendemos que tal proceder es una falta total de respeto hacia los mismos, ya que se devalúa su inteligencia.”
Sin embargo, por nuestra parte no creemos que piensen igual los jubilados de la Caja que, después de perder 7 meses de aumentos paritarios durante 3 años, merced a las movilizaciones que Grupo Siglo organizó en el Banco comenzaron a cobrar dichos aumentos desde el mes de enero de cada año.
Tampoco creemos que los beneficiarios consideren un menoscabo el recibir información producida por nuestra entidad, fidedigna y analizada técnicamente, sobre la vulneración de sus derechos e ingresos prestacionales (erróneo cálculo del haber inicial; errores en los descuentos por ganancias, ilegal descuento del 0,82% en el aporte del beneficiario, no percepción del canon por la marca “Provincia Seguros”, incremento desmesurado del costo de la Póliza 91, irregularidades en los estados contables, etc., etc.).
Más bien pareciera que faltar el respeto y devaluar la inteligencia de sus representados es lo que históricamente viene haciendo Unión Jubilados, al ocultar información y al no producir resultados favorables a los mismos desde su gestión.
- Por otra parte aparece una curiosa afirmación, después de aludir a la “familia bancaria”: “Creemos en el diálogo. No actuamos en disonancia y continuaremos bregando por la obtención de los objetivos que correspondan.”
Francamente no entendemos a qué se refieren, ya que los directores por UJ en la Caja convocaron a dos reuniones informativas a las demás entidades y, quedando pendientes de respuesta una cantidad de propuestas que se les hicieron, nunca más volvieron a dialogar, al menos con nuestra entidad.
Por otra parte, Grupo Siglo ha solicitado formalmente y reiterado varias veces entrevistas con integrantes de la “familia” en cuestión, como son los presidentes del Banco, de la Caja y de Provincia Seguros, los directores de la Caja, el gerente general del Banco, y diversos funcionarios que podrían informar a los beneficiarios sobre temas de interés, pero hasta ahora ni siquiera se nos ha respondido. De estas actitudes puede deducirse quiénes dialogan y quiénes no lo quieren hacer.
Colegas: nuestra posición es firme y transparente, y está en conocimiento de todos por medio de los comunicados que enviamos por correo y publicamos en nuestra página web (http//:gruposiglo.com.ar), además de las reuniones periódicas abiertas a las que convocamos. Estamos a disposición para toda consulta y aporte que estimen necesarios.
Sabrán Uds. juzgar nuestro accionar y el de los demás, evaluar las conductas y los resultados.