Después del resultado electoral

¿A qué aspiramos los jubilados y pensionados del BAPRO?

A partir del 10 de diciembre habrá nuevas autoridades en la Nación, la Provincia, el Banco y nuestra Caja de Jubilaciones, lo cual genera nuevas expectativas para nosotros, con la esperanza de que nos vaya mejor a todos y fundamentalmente que no seamos nuevamente perjudicados.

Pretendemos continuar con un sistema con movilidad para los haberes previsionales, y que el mismo sea sobre la base de la variación del total de las remuneraciones de los activos. Asimismo, reivindicamos que para igual categoría en actividad debe haber igual prestación previsional.

Al margen de lo que pueda decidir la Corte Provincial, el Estado provincial ahora conducido por otro signo político tiene la llave para modificar o reemplazar la ley 15008.

Sabemos que el déficit de la Caja es muy alto y por ello desde nuestra creación hicimos propuestas a las autoridades de turno para morigerar el mismo, pero hasta ahora no fueron aplicadas. Ojalá las nuevas autoridades analicen ponerlas en práctica, y en ese sentido como siempre estamos dispuestos a colaborar, para lo cual deseamos reunirnos lo más pronto posible.

Todos los jubilados y pensionados del BAPRO debemos ser conscientes que no es justo que nos paguemos una prestación por cada nueve que recibimos. Por eso mantenemos nuestra posición en cuanto a que nunca convalidamos el Aporte del Beneficiario, ya sea mensual como de cada aumento recibido. Esto es absolutamente excepcional y, por lo tanto, claramente discriminatorio.

Por supuesto que seguiremos con nuestra lucha para que los jubilados y pensionados no paguen el impuesto a las ganancias o altos ingresos, al que ya hemos contribuido en actividad, y merecemos la intangibilidad de nuestra fuente de vida (las prestaciones previsionales) como alegan, por ejemplo, los jueces y los funcionarios y muchos empleados del Poder Judicial.

De no lograrse esa justa aspiración, como mínimo pretendemos que se sigan ajustando por inflación las escalas del tributo y las deducciones permitidas, agregándose para jubilados y pensionados aquello por lo que venimos bregando desde hace mucho tiempo, como sería poder deducir las especialidades medicinales necesarias para mantener nuestras vidas.

Por último, y mientras el déficit de la Caja no sea financiado por los Estados provincial y/o nacional, responsables constitucionales del sostén de la seguridad social, esperamos que el Banco (mayormente responsable de ese déficit por mala administración, por apropiarse de Provincia Seguros, etc.) continúe brindando mensualmente los fondos en tiempo y forma para que podamos cobrar nuestros haberes previsionales. Esto, a pesar de ciertos sectores gremiales que en su oportunidad irresponsablemente manifestaron que el Banco no debía sufragar esos fondos, lo que hubiera dejado sin ingresos a los jubilados y pensionados. Los próximos cobros serán una prueba de la racionalidad de las nuevas autoridades.