En estos días, tanto los jubilados y pensionados de la Caja como los trabajadores activos, estuvimos pendientes de una eventual aprobación del proyecto de modificación de la 15008, hasta que perdió estado parlamentario, y continuamos a la espera de su declaración de inconstitucionalidad por parte de la Corte y, mientras tanto, del resultado de miles de cautelares sobre el ajuste de haberes, razón por la que nos parece oportuno hacer las siguientes consideraciones, de interés especial para quienes han solicitado la medida cautelar; pero también para el resto, entendiendo que tarde o temprano todos los jubilados y pensionados del Bapro estaremos incluidos en el sistema de actualización de haberes por la paritaria bancaria:
Previo al análisis de las negociaciones que se llevan a cabo y ante el silencio de las gremiales y demás entidades de jubilados y pensionados, deseamos ratificar nuestra opinión respecto a que si no se quiere seguir perjudicando a los jubilados y pensionados, sería necesario que se acuerde una recomposición porcentual del incremento del 2022, e inmediatamente aumentos para enero febrero y marzo también de carácter porcentual, dejando de lado sumas fijas o no remunerativas eventualmente justificadas en compensar la incidencia del reclamo por el impuesto a las ganancias. También entendemos que los porcentajes de aumentos deberían ser acumulativos, es decir calculados sobre cada haber a fin de mes, como hace trimestralmente la ANSES, y no referidos siempre a diciembre del año anterior. Parecería razonable que se solicite un porcentaje del 98%.
En cuanto a análisis de lo que ha trascendido hasta ahora de las negociaciones paritarias actuales y con la experiencia de lo ocurrido en los últimos años, opinamos lo siguiente:
- En esta oportunidad se está reclamando que los bancos se hagan cargo de todo o parte del impuesto a las ganancias que les corresponde pagar a sus empleados, lo que para los jubilados y pensionados de la Caja o para el personal del Banco Provincia y de algunas entidades bancarias oficiales (que ya se hacen cargo del mismo) no significa nada. Solo podrían beneficiarse, si todavía no lo están, los empleados “bancarios” de nuestra Mutual. En realidad, parece una excusa para no pedir un significativo incremento porcentual que se correspondería con la alta inflación que persiste y, según economistas, persistirá durante el presente año. Lo que deberían haber solicitado ya hace tiempo al gobierno con el que coinciden ideológicamente, es que excluya a los trabajadores y jubilados de dicho tributo, reclamo que nunca hicieron categóricamente como si lo han efectuado otros gremios y consiguieron excepciones.
- La forma que se vienen aplicando los porcentajes de aumentos para cada mes (siempre referidos a diciembre del año anterior) hace que en realidad el aumento mensual desde febrero en adelante sea inferior al que correspondería en cada caso si los aumentos fueran acumulativos calculados sobre el mes anterior. Por ejemplo, hasta ahora correspondió un incremento del 9% para diciembre 22, pero al calcularse sobre diciembre 21 ese incremento significó menos del 5% respecto a noviembre 22.
- Se observa en la negociación histórica el protagonismo de las sumas no remunerativas mensuales y los pagos de igual forma en ocasiones dentro del año (aniversario del Banco, Fin de Año, participación en las ganancias del sistema financiero según el ROE, reajustes, etc.) que de persistir en la actual paritaria, perjudicaría seriamente a los jubilados y pensionados y a los activos próximos a jubilarse.
- El inicio tardío de la negociación de este año está perjudicando a todos, ya que cuando eventualmente se cobre el reajuste por el año 2022 no significará nada frente a la inflación transcurrida, y menos para los jubilados si se acuerdan una o más sumas fijas. Los meses de enero y febrero no tuvieron aumentos y el valor adquisitivo por la causa antes mencionada ha disminuido considerablemente.
En conclusión, y para que sea respetado el valor adquisitivo de nuestros ingresos, esperamos que las negociaciones paritarias no nos perjudiquen incorporando montos no remunerativos en su acuerdo, práctica que lamentablemente se ha venido repitiendo en períodos anteriores.