Es hora de repensar la clínica AMEBPBA

Inviabilidad económica, ahogo financiero y conflictividad gremial

Por el agravamiento de la situación en que se encuentra la clínica AMEBPBA, nuestra entidad está recibiendo numerosos comentarios de sus socios respecto a dificultades para contar en ese centro sanitario con el servicio de salud que imperiosamente necesitan. Esto resulta ratificado en los comentarios que muchos afiliados están publicando en las redes sociales.

En anteriores oportunidades nos explayamos fijando nuestra posición sobre este problema, cuando la situación no era tan grave como ahora, en que la conflictividad gremial prácticamente ha paralizado los servicios. Invitamos a releer nuestros comunicados de fechas 19/08/20, 04/09/20 y 19/01/21 sobre este tema (publicados en nuestra página web http://gruposiglo.com.ar) ya que sus conceptos resultan por demás vigentes. Desgraciadamente acertamos al alertar sobre la situación económica y financiera (aún con escasos elementos disponibles pues nunca nos proporcionaron los datos que solicitamos) y las consecuencias del convenio laboral existente para la numerosa dotación de personal, factores que hacen que el problema sea estructural, de inviabilidad, no dependiendo de circunstancias coyunturales como es la pandemia por el COVID 19.

Hoy nos encontramos con lo siguiente:

  • Medidas de fuerza organizadas por los delegados de la CGI de la Mutual, que en estas horas provocan una suerte de paralización de la clínica y agravan las importantes limitaciones en el servicio de salud que ya sufríamos desde el inicio de la pandemia. Esta actitud extorsiva hasta cierto punto podría tolerarse en una situación de normalidad; pero en el marco de la pandemia por el Covid 19 (que esgrimieron como argumento para reclamos varios a las autoridades de AMEBPBA) y la crisis económica y financiera que desde hace tiempo viene afectando a la entidad, francamente la iniciativa no puede interpretarse de otra manera que no sea el desprecio a los afiliados al negarles sus servicios, demostrando negligencia al poner en juego la salud y, tal vez en algunos casos, la vida de quienes por ser personas de riesgo por edad y comorbilidades, necesitan ininterrumpidamente monitoreo médico.
  • Según la recopilación de las opiniones que recibimos directamente de colegas o bien los comentarios publicados en las redes sociales, pareciera ser que los afiliados más perjudicados son los que residen en la zona de influencia de la clínica, por la interrupción de la atención presencial al privilegiar los casos relacionados al Covid 19, la ausencia de empleados al amparo del convenio bancario y las medidas de fuerza mencionadas. Respecto a los afiliados ubicados en el interior de la Provincia o en algunos partidos del Gran Buenos Aires, las opiniones son variadas entre quienes se quejan por ausencia de atención o quienes están conformes por poder recurrir a establecimientos o instituciones con convenio con AMEBPBA, que están brindando el servicio de salud con la nueva normalidad derivada de los protocolos por la pandemia. Es tal la decadencia en la que caímos que algunos afiliados se sienten agradecidos porque han recibido en sus domicilios los medicamentos que necesitan, cuando en realidad es un servicio que naturalmente debe proveer AMEBPBA ante tantas restricciones a la movilidad y obstáculos para acceder a las farmacias de la calle Bolívar o la de la clínica.
  • Han aparecido comunicados controvertidos entre sí generados por la Comisión Directiva y la Comisión Gremial Interna, esta última estrechamente ligada a la Asociación Bancaria. Contienen mutuas acusaciones y asignación de responsabilidades, cuestionándose el rol de la misteriosa empresa gerenciadora contratada.
  • Circulan versiones respecto a enfrentamientos en el seno de la Comisión Directiva, lo que parece ser una consecuencia natural ante eventuales diferencias de objetivos y/o medidas a implementar, teniendo en cuenta que en ese cuerpo hay integrantes de otras entidades de jubilados y de las comisiones gremiales internas del Interior, las que históricamente funcionan como extensiones de la Asociación Bancaria en el Banco y en las entidades del personal, defendiendo a capa y espada los intereses del sindicato (léase aportes sindicales).
  • Se dice que reclaman por no haber recibido pagos no remunerativos que perciben los empleados de las entidades financieras. Cabe recordar que esos pagos nunca fueron reconocidos para los haberes jubilatorios de los beneficiarios de la Caja, de modo que por ellos AMEBPBA no recibe aportes de los trabajadores activos ni de los pasivos del Banco. Es decir que los jubilados y pensionados que representamos más del 60% de los aportantes a la Mutual, deberíamos pagar a quienes cumplen funciones de índole sanitaria sueldos de trabajadores bancarios, cuando a nosotros, siendo trabajadores bancarios retirados, nos han quitado el derecho de ser ajustados nuestros haberes según la paritaria del gremio, además de no haber percibido nunca lo correspondiente a los pagos no remunerativos que hace el Banco a sus empleados. Un absurdo por donde se lo mire.
  • Cabe preguntarse cuál es el convenio colectivo que abarca a los trabajadores del Policlínico Bancario, cuya parte empleadora es la Asociación Bancaria. ¿No estarán regidos por el convenio de la Sanidad?
  • El convenio laboral vigente implica que el personal que realiza tareas propias del gremio de la Sanidad percibe haberes como si fueran empleados bancarios. Circunstancia estructuralmente problemática por el descalce existente entre ingresos y egresos, a partir de la ley 15008 para la Caja y, con mayor incidencia aún, los decretos arbitrarios del P.E.N. en 2020 suspendiendo la ley de movilidad para el régimen general, lo que provocó un serio agravamiento en el deterioro de los haberes jubilatorios. Sospechosamente este factor no es mencionado por las entidades representantes de los afiliados activos y jubilados del Banco, como si fuera irrelevante el fuerte ajuste hacia la clase pasiva producido por el gobierno nacional, al que adhirió la gobernación de la Provincia en nuestro caso.
  • Ante tan profundos desequilibrios, la Comisión Directiva optó por la medida facilista, inconsulta, arbitraria y discriminatoria según niveles de haberes, consistente en el aporte compulsivo de emergencia, “provisorio” hasta Diciembre 2020, pero luego prorrogado por seis meses más. Esto lo habíamos previsto en nuestros comunicados, porque dada la ecuación económica y la ausencia de cambios estructurales no veíamos otra posibilidad. Desgraciadamente parece que lo provisorio se transformará en permanente.

Estimados colegas: los invitamos a reflexionar sobre esta situación, informarse, reclamar explicaciones de los responsables y pensar si no llegó la hora de adoptar medidas de fondo respecto de la clínica AMEBPBA, porque necesitamos recuperar nuestra Mutual y el servicio de salud que nos debe brindar.