Según lo publicado, la mayoría de los jubilados y pensionados de la Caja tendrán un incremento de haberes del 12,28% a partir del 1° de marzo del 2022; pero como ocurre cada trimestre, no se verá reflejado en los bolsillos hasta los primeros días del mes mayo del corriente año.
Esta injusticia es por permanecer el APORTE DEL BENEFICIARIO, que no solo nos quita un gran porcentaje mensual de nuestros haberes sino que también nos obliga a contribuir con todos los primeros aumentos. Ambas cargas generan que seamos contribuyentes de por vida para pagar nuestras propias prestaciones.
La injusticia que esto representa se verifica claramente al calcular cuántos haberes en el año nos pagamos a nosotros mismos, sumando en ese período los montos de los sucesivos aportes del beneficiario a la Caja de Jubilaciones. Por eso es inentendible que las otras organizaciones de jubilados, las CGI y la Asociación Bancaria no hagan propio este reclamo que permanentemente viene haciendo Grupo Siglo para reivindicación de todos, sin distinción de ideologías. Se trata de quitar el APORTE DEL BENEFICIARIO en todas sus formas.
Si se cumpliera lo anunciado nos encontraríamos en vísperas de una nueva modificación de nuestro régimen jubilatorio, pero en el proyecto que consensuaron en su momento en la Comisión de Defensa de la Caja, lamentablemente ese injusto aporte continúa, sin que esos compañeros hayan propuesto su eliminación, como nuestra organización reiteradamente y por escrito solicita. Pero no solo le dan conformidad al aporte sino que, increíblemente, lo aumentan fijándolo en el 12%, pues deben considerar que el 10,82% actual es insuficiente. Francamente, cuesta entender de qué lado del mostrador están los “defensores de la Caja”, dado que proponen que los jubilados del Bapro aporten más que los trabajadores activos del régimen general, a los que se les descuenta un 11%. Agravando el perjuicio, no debe perderse de vista que el proyecto consensuado con el Gremio y presentado por el gobernador de la provincia ante la Legislatura, consolida el despojo causado desde Enero 2018 por la ley 15008, ya que no contempla la recomposición de los haberes desde esa fecha. Para colmo, con un relato cínico que pretende engañar a los afiliados, estas organizaciones presentan este proyecto como un logro, cuando en realidad es una enorme claudicación de su parte al avalar la quita de derechos y haberes a los beneficiarios de la Caja.
Debe tenerse en cuenta que el aporte en cuestión no hace más que favorecer a aquellos que tienen la obligación de sostener con fondos el sistema, porque en definitiva reduce la cuantía de los fondos que deben destinar a la Caja. Esa merma es la que sufrimos en nuestros haberes todos los jubilados y pensionados, que siempre aportamos por el total de la remuneración.
Por el contrario, y salvo a la Asociación Bancaria, los empleados activos aportan por una parte de sus ingresos. No lo hacen sobre el total de sus remuneraciones, lo que podría disminuir el déficit. Así también perjudican a los servicios sociales, principalmente a AMEBPBA, que con facilismo le está exigiendo a los pasivos un aporte extraordinario arbitrario y discriminatorio, que se hace aún sobre aquellas prestaciones que no se cobran por ir como aporte del beneficiario a la Caja.
Exhortamos a todos a reclamar y luchar para quitar el APORTE DEL BENEFICIARIO ya que es una de las mayores contribuciones que ahogan los ingresos de los jubilados y pensionados de la Caja.