Ante las reiteradas consultas y repercusiones que derivan de las declaraciones del Presidente del Banco al diario El Día de La Plata, informamos a los colegas que nuestra entidad hasta el momento no tiene conocimiento de iniciativa alguna destinada a cambiar la situación de la Caja y sus beneficiarios.
Los indicados para aclarar los rumores que están circulando y brindar –como siempre hemos pedido- información a los jubilados y pensionados actuales y también a los futuros, son los representantes de los afiliados en el directorio de la Caja; los que siguen sin mantener ningún contacto con las organizaciones de beneficiarios, pese a los reiterados pedidos de reunión.
Según lo declarado por el Presidente del Banco existiría lógica preocupación no solo por el déficit de la Caja, que está garantizado por la Provincia según la ley vigente, sino por el incumplimiento estatal de hacer las coberturas necesarias. De allí la abultada deuda que supuestamente se mantiene con el Banco, quien desde hace tiempo –como reiteradas veces lo hemos dicho- se hace cargo de cubrir el déficit mensual por cuenta y orden de la Provincia de Bs. As. y posibilita el cobro de las jubilaciones y pensiones.
Esta situación la venimos denunciando desde mediados del año 2010, sin acompañamiento en el reclamo para que la ley se cumpla. Peor todavía, todos los integrantes del Directorio de la Caja y de la Asamblea de fideicomisarios desde esa fecha y antes (salvo una excepción) han convalidado los Estados Contables de la Caja con serias anomalías, entre ellas que figure deuda de la Caja hacia el Banco cuando la responsable es la Provincia por no cumplir su obligación establecida por la ley vigente. Probablemente los Estados Contables al 31/12/15, que el Directorio de la Caja aprobó el 20/03/16 deben haber corrido la misma suerte.
Así es la situación de la Caja hoy. Su déficit tiene muchas causas, entre ellas que actividades de índole bancaria fueran derivadas hacia el Grupo, con lo que se redujo mucho personal activo, y la adopción de una política de jubilaciones masivas compulsivas y discriminatorias. Todo esto favorecido por un sector gremial que convalidó con su silencio e indolencia (“curiosamente”, algunos de esos gremialistas hoy todavía son activos cuando tendrían que haberse jubilado).
La administración de la Caja y quienes integran su Directorio han ignorado nuestras propuestas destinadas a morigerar el déficit, que naturalmente disminuiría si mejorara la relación entre aportantes y beneficiarios, al margen que el Banco tendría que reponer los puestos de aquellos que se han jubilado.
Pero hay otros factores que se conjugan generando riesgo de aumentar el déficit. Nos referimos a los pasivos eventuales derivados de las potenciales demandas judiciales dado el incumplimiento de la ley vigente, siendo uno de ellos que el Banco no aporte o contribuya sobre el total de las remuneraciones de los activos; ya que, como reiteradas veces hemos informado, no aporta por las sumas pagadas en negro y hace menores contribuciones y aportes por aquellos pagos en gris que están en los códigos fuera del básico. Acá también hay responsables por el lado gremial al aceptar esta práctica ilegal, pero fundamentalmente lo son aquellos que en el Directorio de la Caja representan a los activos y jubilados y pensionados, que nunca han propuesto al cuerpo intimar al Banco a efectuar los aportes y contribuciones como marca el artículo 22 de la ley 13364 modificada por la ley 13873, que deben hacerse sobre el total de las remuneraciones, blancas, grises o negras.
Estimados colegas: tengan la seguridad que nuestra entidad persistirá haciendo honor a su nombre y defendiendo a la Caja para que cumpla un SIGLO de vida y vaya por otro; siendo imprescindible que todos tengamos conciencia de la situación actual de nuestro sistema previsional y de quiénes son sus responsables.