Nos complace que nuestra prédica desde hace casi 20 años haya tenido éxito en parte, dado que el Banco está convocando a cientos de jubilados para otorgarles la medalla de oro. A ellos deseamos felicitarlos por tan merecido reconocimiento.
No obstante, reiteramos nuestro reclamo a fin de que esta actitud alcance también a todos aquellos jubilados que a pesar del tiempo transcurrido no recibieron su medalla, pero como los anteriores han sostenido al Banco en circunstancias muy difíciles, inclusive de zozobra por las circunstancias económicas del país y los desaciertos de la conducción de la entidad.