Ante la situación sanitaria y económica que está atravesando la sociedad, en la que los jubilados y pensionados constituimos la población de mayor riesgo con obligación de aislamiento y cuarentena, nuestra entidad sigue haciéndose eco de las necesidades de nuestras socios y colegas en general. Por ello en esta oportunidad, reiterando lo ya explicado oportunamente, requerimos compromiso y solidaridad de la Mutual y el Banco.
Asociación Mutualista: Aparte de todas las propuestas que nuestra asociación ha elevado a la comisión directiva, sin respuesta hasta ahora, hay dos situaciones que deberían solucionarse urgentemente, como son, por una parte, contar los afiliados pasivos en su domicilio con los medicamentos necesarios para la continuidad de los tratamientos; y por la otra, no menos apremiante para muchos es la consulta con los profesionales de la salud para seguir atendiendo enfermedades preexistentes o nuevas, y el acceso a las recetas que eventualmente hagan falta. Para esto último entendemos que los afiliados deberían tener la posibilidad de contactar a los profesionales por un medio alternativo no presencial (teleconferencia, WhatsApp, telefonía) que la Mutual debería instrumentar lo antes posible. En principio sería muy útil, con el consentimiento de cada profesional, suministrar teléfonos en que puedan ser contactados y horarios de su disponibilidad para la consulta virtual. Obviamente, debería existir un procedimiento que, con las verificaciones correspondientes, permita a esos profesionales percibir el honorario propio de su servicio.
Banco de la Provincia de Buenos Aires: En primer lugar informamos que no hemos tenido la entrevista solicitada al Gerente General del Banco con anterioridad a la cuarentena, pues ni siquiera se nos contestó el pedido, por lo que tampoco hubo contacto en forma alternativa a la presencial.
Como ya lo hemos planteado reiteradamente, entendemos que el préstamo precalificado para jubilados y pensionados debe tener una tasa sustancialmente menor, pues actualmente se encuentra muy por encima de la que se aplica a los empleados activos. El Banco es grande gracias a la labor de todos los trabajadores jubilados que contribuyeron a ello, por lo que merecen reconocimiento en ese sentido mediante el acceso a líneas de financiación subsidiadas, tal como está brindando el Banco a otros sectores afectados por la grave situación económica derivada de la pandemia por el coronavirus.
Debe entenderse que el colectivo de beneficiarios de la Caja también se encuentra en serias dificultades económicas por padecer una fuerte pérdida de su poder adquisitivo; y son el Banco y la Provincia los responsables de la quita de haberes que se instrumentó con el último incremento de prestaciones, que fue muchísimo menor que lo que correspondía. Por eso los jubilados y pensionados del Banco también merecen ser compensados reduciendo el costo de los servicios que les cobra, incluyendo la tasa de interés de préstamo precalificado.
Esperamos que las autoridades del Banco hagan honor al elogio del Presidente de la Nación al personal, ya que en su momento compartió su labor en el Banco y el Grupo Bapro con muchos actualmente jubilados, y den curso a lo solicitado, Será de estricta justicia y reconocimiento, más cuando miles de esos jubilados ni siquiera recibieron la medalla de reconocimiento a su trayectoria en la institución.