Se ha llegado a la culminación de una etapa en la administración del Banco y nuestra Caja de Jubilaciones y comienza una nueva con la esperanza de que las cosas mejoren para los beneficiarios de la misma, debiéndose puntualizar lo siguiente:
Con la asunción de un nuevo presidente para el Banco de la Provincia de Buenos Aires se abre una nueva etapa para lo cual le deseamos, como siempre hemos hecho en esas oportunidades, que sea con el mayor éxito posible para el Banco y por ende para la Provincia y el País, así como también con dicha para empleados de la entidad y jubilados y pensionados inherentes a la misma. Por supuesto que ansiamos –como siempre hemos solicitado- que se cumpla con las leyes y que de ahora en más no haya pagos a los activos sin aportes y se contribuya sobre el total de las remuneraciones y por ende se fortalezcan los ingresos en la Caja y los servicios sociales.
En la administración de la Caja también habrá renovación de autoridades y deseamos en cuanto al Directorio actual, que haya tomado todas las previsiones para el normal desenvolvimiento de la Caja en los días y meses venideros. Todo el mundo es consciente que no se ha cumplido con la ley 13364 modificada que rige el destino de la Caja y sus beneficiarios, por lo cual abogamos que el nuevo Directorio se apegue al cumplimiento de la misma en forma integral.
Como en el medio de todo están los jubilados y pensionados, debemos referirnos a un hecho que pueden marcar un comienzo de año mejor para los mismos si se confirman los adelantos de las nuevas autoridades nacionales, así como también a otro por el cual se debe estar alerta.
El primero es el relativo al impuesto a las ganancias que viene socavando profundamente los ingresos de los beneficiarios de la Caja, esperando que de las iniciativas que se tramitarán deriven en una exclusión del gravamen o en el peor de los casos en una afectación mínima del mismo. Cabe señalar asimismo, ante la eventual demora en la implementación de la reforma en el gravamen, que al margen de ella las retenciones a partir de los haberes de enero bajarán sustancialmente en muchos casos, por la menor carga tributaria para el primer semestre.
El segundo es al referido al cierre en diciembre del convenio firmado por La Bancaria, y el eventual anticipo a cuenta del aumento paritario, que como normalmente sucede, se demoraría en concretarse. Acá es donde debemos estar alertas y en la exigencia que los representantes de jubilados y pensionados en el directorio de la Caja sostenga y logren que dicho adelanto se traslade a sus representados y no pase como en el caso de los $ 3.000 que todavía estamos esperando -que según sus dichos- sea tratado en el seno del Directorio de la Caja y resuelto a favor de los mismos.